Espacio Histórico

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Introducción 

El hecho histórico y el proceso histórico, diferentes en estructura, son similares en la alteración espacio-tiempo. Esta alteración depende de la observación, apelando a la memoria colectiva y a la conciencia histórica, es similar a una explosión. La onda expansiva trasciende el espacio y el tiempo. La percepción de la liberación lumínica alcanza primero a los cercanos al acontecimiento. La onda sonora, aunque más tarde, no dejará de alcanzar todos los espacios, por más oscuros que estos sean, develando nuevas verdades y/o conocimientos.


El concepto de espacio

El concepto de espacio es multifocal, adquiere la perspectiva percibida por el artista, científico o investigador, en sus ámbitos particulares de funciones. Si bien todos tienen una visión distinta, concuerdan que el ser humano, es el elemento principal o por el cual las cosas existen en el espacio.

Protágoras, al expresar en la obra Los Discursos Demoledores la frase “el hombre es la medida de todas las cosas” puede interpretarse que el ser humano es el único ser, que puede medir el tiempo y espacio a través del conocimiento.

Estratón de Lámpsaco define al espacio como algo llenado con cuerpos. O sea, un sector delimitado por la ocupación humana. El espacio está lleno de realidad. En el vacío no existe ocupación.

En la escolástica, la definición de espacio aparece como “abierto” una distancia entre dos puntos.

Para el arquitecto Filippo Brunelleschi, es una coordinación consciente entre sujeto y objeto, que se extiende más allá del objeto y del observador.

El físico Isaac Newton distinguía el espacio absoluto entre espacio matemático y espacio sensible (real y aparente).

Para el filósofo Immanuel Kant, el espacio, es una forma a priori de la sensibilidad que permite experimentar.

En la concepción relativista de Albert Einstein propone que tiempo y espacio es una construcción, por lo cual ambas magnitudes son inseparables.

Para Henri Lefebvre el concepto de espacio está unido en una dualidad (mental y cultural, social e histórico), en un proceso complejo de una reconstrucción evolutiva (descubrimiento, producción y creación) y de un orden lógico, inteligencia y material de elementos, lo que produce la simultaneidad. En resumen, es donde habita y habitó el ser humano.

Armando Luis Arrieta Barbosa utiliza la analogía del arte escénico con las ciencias sociales para explicar el concepto de espacio. Piensa en un escenario eco-socio-cultural complejo, dinámico, diverso, delimitado a la sociedad. Este escenario tiene variaciones como resultados de la naturaleza o de las acciones humanas a través del tiempo.


¿Qué es el espacio histórico?

Geográficamente, el espacio histórico, es la ubicación de la actividad humana en el medioambiente.

Políticamente, el espacio histórico, es la civilización que se ve a sí misma y justifica históricamente a través de los mapas históricos su posición política, avance, retroceso, progreso e importancia con respecto a otras civilizaciones de su contemporaneidad.

El espacio histórico, en historia, es el tiempo del hecho, su proceso y consecuencia que producen una coordenada temporal. El espacio histórico está compuesto por dos espacios. Primero, el escenario real donde se desarrolló el suceso y aceptado por la perspectiva de la realidad social. El segundo, el espacio sensible, que es la opción de ampliar la perspectiva del entendimiento y concepción del suceso por la sociedad. Existe una necesaria reevaluación temporal de los procesos, una reflexión crítica sobre el enfrentamiento al escenario real, apuntalando a los procesos que están vinculados a redefinirse.


Tiempo Espacializado

La paradoja de Zenón de Elea, para demostrar que el movimiento es una ilusión, en realidad está demostrando, el espacio segmentado por el tiempo. O sea, el tiempo espacializado, es un espacio determinado por el tiempo.
En la mirada del francés Henri Bergson, espacio y tiempo son dos objetos distintos, en el que transcurre el movimiento. El espacio es homogéneo y vacío en el que se representan las cosas. El momento presente se diferencia del pasado y del futuro. Para Bergson el espacio es homogéneo, porque es divisible, puede cortarse y volver a unirse, manteniendo su sentido lógico; y el tiempo es heterogéneo, porque es indivisible.
El espacio histórico es tiempo espacializado. Es cortado, unido, comparado por el historiador en el sentido lógico de mostrar el movimiento de la realidad pasada de la humanidad.


Espacio y Lugar: El No-Lugar

El espacio se convierte en lugar cuando es humanizado. Lugar es el espacio que cobra valor para el sujeto. El No-Lugar es un neologismo inventado por el antropólogo Marc Augé para referirse a los espacios que no pueden convertirse en lugar.
Desde el principio, el ser humano, luchó para apropiarse de todo el espacio libre sobre la tierra, de modo que todo el espacio habitable fue repartido. Los dueños de los espacios, establecen cuáles se convertirán en lugares. Sin embargo, existen espacios que son ocupados, pero no dejan transformarse en lugar. En la historia, los “No-lugares”, son aquellos espacios que las personas no podían establecerse, pero sí podían pernoctar una vida sin transformar el espacio en su lugar. Como, por ejemplo, los campos de refugiados, los mansos, los espacios arrendados, los espacios de trabajo de los esclavos, etc. El lugar identifica a las personas, en él no-lugar, las personas son anónimas.


Bibliografía:

Augé, Marc. Los no lugares, espacios del anonimato. Una antropología de la sobremodernidad. Editorial Gedisa S.A. 5ª reimp. Barcelona. España. 2000. Págs. 40-41.
Arrieta Barbosa, Armando Luis. Espacio, tiempo y sociedad en los libros escolares de ciencias sociales en Colombia (1990-2010): enfoques, visiones y concepciones. Ciencias Sociales y Educación. Volumen 3 número 6. Universidad de Medellín. Colombia. 2015. Pág. 45.
Fontana, Josep. Introducción al estudio de la historia. Editorial Crítica. Barcelona. España. 1999. Págs. 15-42.
Lefebvre, Henri. La Producción del Espacio. 1ª Edición. Editorial Capitán Swing. España. 2013. Pág. 57.
Padilla Moreno, Juan. Bergson: La intuición como método de conocimiento. Editorial RBA. España. 2021. Págs. 27-31; 56-61.

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