Historiografía es una palabra compuesta por historia y el sufijo grafía. En griego, “historiográphos”, es la persona encargada de escribir la historia. La real academia española le otorga dos significados: primero, mantiene el original griego; y segundo, concede al estudio sobre la forma escrita de la historia.
En resumen, la historiografía es la disciplina que estudia la historia y luego es escrita. El historiador legitima su oficio con reglas autónomas, procedentes de los cambios de enfoque de las sociedades. La historiografía y su significado han evolucionado juntos con los pensamientos y acciones de la humanidad.
Según Charles-Olivier Carbonell, es la historia del discurso. O sea, una obra con información de primera mano. Su objetivo es definir lo histórico, es decir que cada civilización en diferentes épocas reformó el concepto de historia.
Guillermo Bauer, en la década de 1920, sintetizó la historiografía en cuatro superestructuras:
La Historiografía Narrativa: Informa lo sucedido de los acontecimientos con estética en la expresión literaria, como las obras de Heródoto y las crónicas medievales.
La Historiografía Pragmática: Explica la comprensión del proceso histórico a través de causas y efectos, y fundamenta las consecuencias, como las obras de Tucídides y Voltaire.
La Historiografía Genética: El historiador intenta disminuir la subjetividad, no da importancia a lo estético. Considera el desarrollo de la historia como algo que se da naturalmente, como el pensamiento de Ernst Bernheim y sobre la evolución histórica.
La Historiografía Sociológica: Bauer, el primer adelantado en esta superestructura, pronostica que la historiografía sociológica recién empezaba y que en el futuro como se da en la actualidad es la más importante de la disciplina histórica como su aporte que hizo en la historia de los medios de comunicación de masas.
Historiografía Clásica
A grandes rasgos la historiografía ha pasado por cinco etapas y a modo de ejemplo explicativo, el trabajo u obra de historiadores de cada época:
Historiografía Antigua: En esta etapa, la historiografía es descriptiva, aportada por la observación directa del autor y aportes de otros historiadores. Está centrada en historias de las guerras, sus causas y consecuencias, agregando discursos a los personajes.
Los griegos consideraban a la historia una forma de arte. Su musa era Clío.
Heródoto de Halicarnaso (484 a.C. – 425 a.C.). Su obra “Las Historias”, centrada en las guerras médicas.
Tucídides (460 a.C. – 396 a.C.). Su obra “La Guerra del Peloponeso”, su relato justifica la guerra.
Jenofonte (431 a.C. - 354 a.C.). Su obra “Anábasis”, narra su experiencia militar.
Polibio (200 a.C. – 118 a.C.). Su obra “Historia”, es una historia universal sujeta al mundo del dominio romano.
Las primeras obras históricas de los romanos se llamaron “Annales”.
Desde el siglo III a.C. al I a.C., los historiadores buscan justificar el expansionismo romano.
Catón el Viejo (234-149). Su obra “Orígenes”, es la historia social de Roma.
Julio César (100 a.C. - 44 a.C.). Su obra “Comentarios”, describe su campaña en la Galia y contra Pompeyo.
Cornelio Nepote (100 a.C. – 25 a.C.). Su obra “Vida de Hombres Ilustres”, biografías de griegos y romanos.
Flavio Josefo (37- 100). Sus obras: “Guerra de los judíos”, trata del conflicto Judeo-romano; y “Antigüedades Judías”, sobre los orígenes del pueblo judío.
Tácito (55-120). Sus obras: “Anales”, relata los sucesos en las épocas de Tiberio, Claudio y Nerón; e “Historias” narra desde Galba hasta Domiciano.
Floro (siglo II). Sus obras son resúmenes de obras históricas en forma de lectura atractiva.
Eusebio de Cesarea (263-339) Palestina romana, su obra “Historia Eclesiástica” crónica desde los apóstoles hasta el año 323.
Amiano Marcelino (325-400). Su obra “Historias” o “31 libros de Hechos”, es la historia de Roma desde la muerte de Nerva, año 96 hasta el año 378.
Historiografía Medieval: Predomina la narrativa, cuyas fuentes eran escritas, orales y los monumentos, que le dan tinte de literatura. Está centrada en los anales, las genealogías, biografías y crónicas. La mayor parte está escrita por monjes.
En el siglo IV nace “La hagiografía” o historia de los santos.
Malco de Filadelfia (siglo V), bizantino, su obra “Bizancio”. Hechos desde el emperador de oriente León I, hasta Julio Nepote emperador de occidente.
Zósimo el historiador (460-520), romano, su obra “Nueva Historia” desde la Grecia Antigua hasta Roma del 410. Clandestina por ideología anticristiana.
Gregorio de Tours (538-594), galorromano, su obra “Historia de los francos”. Es la historia de los francos en la época Merovingia.
Juan de Nikiu (siglo VII), egipcio, su obra “Crónica” desde el génesis hasta la conquista musulmana de Egipto. La mayoría de los historiadores medievales referenciaban al cristianismo para la aceptación pública.
Ibn Ishaq (704-767), árabe, biógrafo de Mahoma. Su obra “En el Principio, la misión y las expediciones” abarca desde el génesis hasta su época.
Al-Baladhuri (siglo IX). Sus obras, “Libro de la Conquistas de los Territorios” y “El linaje de los Nobles”. Narra la expansión del islam en época del profeta Mahoma; y una genealogía árabe, inicia con la vida del profeta Mahoma y sus descendientes.
Eginardo (775-840), franco, su obra “Vida de Carlomagno”, biografía.
Constantino VII (905-959) emperador bizantino, su obra “Excerpta”, 53 volúmenes de antologías y acontecimientos en la zona de Constantinopla. Es una recopilación de 29 historiadores, de Heródoto a Jorge Hamartolos.
Viduquindo de Corvey (925-973), sajón, su crónica “Hechos de los Sajones” comienza con la caída de Turingia hasta la campaña de Otón en Franconia.
Juan Escilitzes (1040-1101), bizantino, su obra “Sinopsis” abarca desde la muerte de Nicéforo I hasta la deposición de Miguel IV.
Ana Comneno (1083-1153), bizantina, su obra “La Alexiada” biografía de Alejo I.
Orderico Vital (1075-1142) benedictino inglés, su obra “crónicas de Normandía e Inglaterra”. Guía creíble de la historia de su tiempo.
Guillermo de Tiro (1130-1185) Jerusalén, su trabajo se centra en la primera Cruzada.
Galvano Fiamma (1283-1344) dominico italiano, en un pasaje de su “Crónica Universal” describe Islandia, Groenlandia y Markland.
Peter von Dusburg (1300) alemán, su obra “Cruzadas de la Orden Teutónica”.
Jean Froissart (1337-1410) francés, su obra “Crónicas de Froissart” fuente principal de la guerra de los cien años.
Ducas el historiador (1400-1462), bizantino, su obra “La caída de Constantinopla” relata las últimas décadas del imperio.
Historiografía Moderna: La historiografía tiende a ser motivacional. Se pasó del sentido místico a lo moral y se incorpora la majestuosidad del texto. Se interesa por la vida y obra de personalidades y sociedades del pasado. La historia es fuente de inspiración y razonamiento intelectual.
Diego de Valera (1412-1488) español, su obra “Crónicas de los Reyes Católicos”.
Diego Álvarez Chanca (siglo XV-1515), médico español, describió por primera vez América; formó parte del segundo viaje de Colón.
Bartolomé de las Casas (1484-1566), dominico español, sus obras “Brevísima Relación de destrucción de las Indias” e “Historia de las Indias” sus vivencias en América.
Pedro Pizarro (1515-1602), militar español, su obra una crónica “Relación del Descubrimiento y Conquista de los Reinos del Perú”, su observación en la conquista.
Joseph Justus Scaliger (1540-1609), calvinista francés, sus diversas obras tratan de críticas a la historiografía, resaltando todas las civilizaciones del Mar Mediterráneo.
Jean Bolland (1596-1665), jesuita belga, obra “Actas de los Santos”. La actividad bolandista forzó al Papa Urbano VIII prohibir el nombramiento de santos sin pruebas históricas.
William Camden (1551-1623), inglés, su “Annales” es una cronología de la historia de Inglaterra de Isabel I.
Pedro de Valencia (1555-1620), humanista español, escribió un ensayo sobre las cuestiones académicas de Cicerón.
Cornelis de Bie (1627-1715), belga, sus obras son biografías de pintores.
Christoph Cellarius (1638-1707), alemán, aporta en la periodización de la historia con sus manuales fragmentados de la historia universal.
Louis Moréri (1643-1680), francés, su diccionario histórico, contiene artículos históricos y biográficos.
Gilbert Burnet (1643-1715), escoses, escribió “Historia de la Reforma en Inglaterra”.
Montesquieu (1689-1755), francés, su obra “Origen de las causas de la grandeza y decadencia de Roma”.
Voltaire (1694-1778), francés, sus obras “Ensayos sobre la historia general y sobre las costumbres y el espíritu de las naciones”, “Historia del imperio de Rusia bajo Pedro el Grande” y “El Siglo de Luis XIV”, se centran en las manifestaciones del espíritu humano (arte, costumbres, instituciones sociales y religión).
Heinrich Graf von Bünau (1697-1762), alemán, escribió “Historia del Reich y de los césares teutones”.
Caio Domenico Gallo (1697-1780), italiano, escribió “Anales de la ciudad de Mesina”, va desde los inicios de la ciudad hasta la peste de 1743.
David Hume (1711-1776), escoses, escribió “Historia de Inglaterra”, abarca desde los reinos sajones hasta la revolución La Gloriosa.
Johann Joachim Winckelmann (1717-1768), alemán, su obra “Historia del arte de la antigüedad”, desde el origen del arte griego al romano.
Ignacio de Hermosilla (1718-1794), español, su obra “Sobre el método de escribir la historia de las indias”, cronista de indias.
Louis Pierre Anquetil (1723-1808), francés, escribió: “Historia política de los problemas de Francia durante los siglos XVI y XVII”, “Resumen de la Historia Universal” e “Historia de Francia”. Esta última obra fue pedida por Napoleón.
Edward Gibbon (1737-1794), inglés, su obra “Historia de la decadencia y caída del imperio romano”.
Pierre Louis Manuel (1753-1793), escribió sobre la revolución francesa: “El Año francés” y “Apuntes históricos sobre la Bastilla”.
Historiografía Contemporánea: Se caracteriza por la Historia reconstructiva como sistema para darle categoría científica. Surge el historicismo. El conocimiento específico y objetivo como fuente investigativa. El discurso se apoya en las teorías filosóficas. El determinismo y la historia de la naturaleza aportan a la historia del conocimiento. La historia deja de ser una fuente de conocimiento, transformándose en una forma de conocimiento utilitario.
Augustin Thierry (1795-1856), francés, escribió “Consideraciones sobre la Historia de Francia”,
Leopold von Ranke (1795-1886), su obra “Historia de los pueblos romanos y germánicos” es el primer libro de historia historicista.
Karl Ritter von Hegel (1813-1901), hijo del filósofo Hegel, escribió “Historia de la Constitución Urbana de Italia desde la época del dominio romano hasta finales del siglo XII” y “Las Órdenes de Justicia de la República de Florencia”.
Karl Marx (1818-1883) escribió “La España Revolucionaria” y “El 18 de Brumario de Luis Bonaparte”.
Hans Delbrück (1848-1929), alemán, en sus obras de historia militar “Historia del arte de la guerra en el marco de la historia política” y “La estrategia de Pericles descrita a través de la estrategia de Federico el Grande”.
Charles Seignobos (1854-1942), francés, escribió “Historia política de la Europa contemporánea”, centra al contexto en historia política sobre la económica y social.
Henri Pirenne (1862-1935), belga, en sus obras “Historia de Europa: desde las invasiones al siglo XVI” y “Mahoma y Carlomagno”, propone una reinterpretación sobre el comienzo y duración de la Edad Media.
Benedetto Croce (1866-1952), italiano, escribió “Historia de Europa en el siglo XIX”.
Carl Grimberg (1875-1941), sueco, inició la obra “Historia Universal”.
Lucien Febvre (1878-1956), sus obras “Felipe II y el Franco Condado” y “El Problema de la incredulidad en el siglo XVI”, se centró en los tiempos breves y los eventos.
Marc Bloch (1886-1944), escribió “los reyes taumaturgos”, “la sociedad feudal” e “Introducción a la Historia”, planteaba una nueva historia, centrada en lo económico, psicológico y social.
Pierre Renouvin (1893-1974), francés, escribió “Historia de las Relaciones Internacionales”.
Fernand Braudel (1902-1985), su obra “El Mediterráneo y el mundo del mediterráneo en la época de Felipe II” antecesor de la “historia total”.
Jaime Vicens Vives (1910-1960), español, obra “Historia social y económica de España y América”.
La Nueva Historiografía: se caracteriza por la historia crítica, revisionista e interpretativa. Se distingue la diversidad de criterios por la búsqueda de la identidad regional. Interés por la historia social y económica utilizando las estadísticas. El historiador es inducido a cambiar de perspectiva en la utilización de las fuentes.
Eric Hobsbawm (1917-2012), anglo-egipcio, su tetralogía de la historia contemporánea “La era de la revolución”, “La era del capital”, “La era del imperio” e “Historia del siglo XX”, movimientos de las clases sociales y crítica al nacionalismo.
Alfred Chandler (1918-2007), estadounidense, escribió “Estrategia y estructura: capítulos en la historia de la empresa industrial”.
Georges Duby (1919-1996), francés, su obra “Historia de las mujeres”, describió los procesos que llevaron al acceso a los medios de expresión.
Jacques Le Goff (1924-2014), centró sus investigaciones en la edad media: “los intelectuales en la edad media”, “El Nacimiento del Purgatorio”, “Mercaderes y banqueros de la Edad Media”, etc., relaciona historia, antropología, sociología, historia de la cultura y sistemas económicos.
Carlo Ginzburg (1939-actualidad), italiano, escribió la microhistoria “El queso y los gusanos”, idea sobre la religión y el origen del mundo.
Hermann Kinder (1944-2021), Werner Hilgemann (1921-2004) y Manfred Hergt, alemanes, su magna obra “Atlas Histórico Mundial”, abarca desde los orígenes del hombre hasta el 2004.
La Nueva Historiografía
Si hablamos de una nueva historiografía es porque existe una vieja historiografía. La historiografía anterior se reconstruyó con conocimientos del pensamiento científico, de la historia cuasi literaria desde el siglo XVIII hacia atrás. La nueva historiografía no niega la pasada historia, sino que la repiensa desde el valor social.
La nueva historiografía se ve favorecida por la posibilidad que tuvo el público general de lograr mayor información. La igual oportunidad de acceder a la visualización y a la letra escrita en sus diversas manifestaciones, aumenta y crea corriente de opiniones. En esas circunstancias surge el interés por la transformación del campo intelectual.
La opinión privada de la historicidad, que indicaba la corriente a seguir, es transformada por un proceso de cambio, efecto de una capacitación de la opinión pública, que construyen modelos interpretativos similares a las teorías científicas, para explicar los acontecimientos.
En la década de 1960 el mundo asistía a cambios profundos. La sociedad renovaba su actitud frente al orden establecido. Modificaba las formas de relacionarse alterando sus costumbres; no aceptaba nuevas guerras y le mortificaba la constante amenaza de un supuesto estallido nuclear. Por esa misma época las transformaciones tocan las relaciones entre la literatura y el dinero. Los criterios literarios se mezclan con las estrategias mercantiles. Las editoriales amplían el mercado con ofertas lectoras masivas, aportando al crecimiento de la educación pública y creando un estado de cultura social no registrada hasta ese momento. El florecimiento editorial constituye una clara representación de la pluralidad de intereses, movidos por un amplio sector de lectores motivados con el contexto histórico y político.
Después de 1970 a las dos escuelas intelectuales de renombre: la escuela filosófica de teóricos críticos de Frankfurt y la escuela histórica de Anales, se les hace ineludibles dar forma a una nueva corriente de pensamiento; ante el activo nuevo movimiento social. En la escuela de Frankfurt Jürgen Habermas, Jacques Derrida junto al filósofo norteamericano Richard Bernstein, gravitan con sus pensamientos en el movimiento por los derechos civiles en esta década. Piensan que la filosofía va a recuperar su lugar cuando vuelva a ocuparse de los problemas de los seres humanos y no de los problemas filosóficos.
En la misma época Jacques Le Goff y Pierre Nora; provenientes de la escuela francesa de Anales, reconocen que, para comprender las mentalidades de las personas deben incorporar el aspecto social de sus realidades, en ese sentido elaboran dos propósitos.
Primero: es que la historiografía no enfoque solo el hecho y el personaje, sino que comparta el valor histórico con la vida y hechos de la sociedad del momento.
Segundo: tomar nuevas perspectivas para agrandar el campo histórico, aumentando el interés por los fenómenos de larga duración relacionado con la antropología.
El paradigma social basado en las mentalidades, permitió al historiador de la nueva corriente historiográfica, experimentar con discursos propios, mezclando el hecho histórico con su realidad dentro de la sociedad.
Bibliografía:
Bauer, Guillermo. Introducción al Estudio de la Historia. Bosch, Casa Editorial. Barcelona, España. 1957. Págs. 210-216.
Burke, Peter. La revolución historiográfica francesa. La escuela de Annales: 1929-1989. Editorial Gedisa S.A. Barcelona, España. 1999.
Carbonell, Charles Oliver. La Historiografía. Breviarios. Fondo de Cultura Económica. España. 1993.
Sánchez Marcos, Fernando. Invitación a la Historia. La Historiografía, de Heródoto a Voltaire, A través de sus textos. Editorial Labor S.A. 2ª Ed. Pamplona. España. 1993.