El Río Nilo: escenario de la historia
El espacio geográfico de la
civilización del Antiguo Egipto estuvo ubicado en el entorno del Río Nilo en el
nordeste de África. El Nilo moldeó a los egipcios (cultura, economía, sociedad,
religión, etc.). Este río nace en el actual Burundi y en el Lago Victoria, y
desemboca en el mar Mediterráneo. Todos los años el Nilo provoca crecientes
inundando los valles y depositando limo, un fertilizante que es utilizado para
el sembradío. Este patrón de inundaciones y limo, generó una economía agrícola
estable que garantizó el crecimiento de los pueblos durante milenios.
Región Histórica
Se desarrolló por el litoral del
Río Nilo desde el Valle del Nilo hasta su desembocadura en el mar Mediterráneo
(1000 km de largo por 10 a 25 km de ancho en la mayor parte de su historia).
Prehistoria Egipcia (6500 a.C. aproximadamente – 3100 a.C. aproximadamente)
Al final del Neolítico y al principio de la Edad de Cobre se fueron asentando pequeñas comunidades que en el transcurso aproximado de mil años lograron formar dos espacios geográficos que los arqueólogos han denominado:
El Alto Egipto: ubicado geográficamente en el Valle del Nilo (sur del Delta del Nilo). Prehistóricamente representado por las culturas Badariense (4400 a.C. aproximadamente – 3800 a.C. aproximadamente) y Amratiense (4000 a.C. aproximadamente – 3000 a.C. aproximadamente).
El Bajo Egipto: situado en el Delta del Nilo, entre el mar Mediterráneo (norte) y el Valle del Nilo (sur). Ocupado por las culturas prehistóricas de Fayum A (5600 a.C. aproximadamente – 4000 a.C. aproximadamente) y Merimdé (5000 a.C. aproximadamente – 4100 a.C. aproximadamente).
Cada comunidad poseía una deidad. El pueblo qué adoró a Horus se impuso por la fuerza sobre los demás. El primer reino nació con capital en la ciudad de Tinis.
Historia de la Civilización del Antiguo Egipto (3100 a.C. aproximadamente – 476 d.C. aproximadamente)
A grandes rasgos se puede decir
que estructuralmente el Antiguo Egipto pasó por tres tipos de periodos en sus
más de tres milenios de existencia. El primero, el unificado, donde un Estado
centralizado controlaba toda la región. El segundo, el descentralizado (periodo
intermedio), donde la unidad regional es quebrantada, generando la aparición de
familias que controlaban las zonas, que fue oportuno para las invasiones
extranjeras, hambrunas, etc.
La característica principal es
que estos dos periodos se fueron intercalando por más de 2300 años.
El tercero, la Baja Época, el
Antiguo Egipto deja de ser el centro político, económico, científico y
cultural, convirtiéndose en el granero del mundo antiguo mediterráneo, o sea un
proveedor de materias primas para los imperios de Persia, Grecia y Roma.
Economía
En Materias
Primas: cereales (cebada, lino y trigo), ganado (avícola, caprino, equino y
vacuno), madera (acacia, palmera, sicomoro y tamarindo), minerales (alabastro,
amatista, azufre, cobre, cornalina, granate, granito, oro, oropimente,
malaquita, natrón, piedra caliza, piedra arenisca, pórfido y turquesa), pesca
(mújol) y plantas (anís y papiro).
Industrias:
aceiteras; astilleros; botargas; cerámica; cervecería; cosméticos;
construcción; matadero; minera; momificación; papiro; sal marina; textil; y
tintes.
Comercio de
Exportación: habían logrado obtener un mercado exterior con diversos reinos
ubicados en la costa Mediterránea, en el África Subsahariana, en Arabia, en
Mesopotamia y en la costa occidental de la India.
Comercio de
Importación: los productos que ingresaban a Egipto lo hacían a través de las
embarcaciones del faraón o de terceros como los fenicios y helenos; del comercio
terrestre, se encargaban los nubios, los pueblos semitas de las regiones
históricas (Arabia, Palestina y Mesopotamia) y los indoeuropeos (persas). Los
productos provenían de toda la costa mediterránea, de la isla de la Gran
Bretaña, del sur de Rusia, de Somalia, Afganistán, India, Ceilán y China.
Momificación: Industria Funeraria
La momia a lo
largo de tres milenios pasó de un objeto de ritual cultural a un producto
desarrollado por una empresa fúnebre de concentración vertical, que agrupó
diversas actividades en el proceso de elaboración del mismo. Incluso la calidad
de la momia estaba condicionada por la clase social que podía pagarlo, no era lo
mismo una momia de un faraón que la de un funcionario público. Los arqueólogos,
egiptólogos, historiadores y médicos forenses analizaron las diversas momias de
diferentes épocas, de clases sociales y de animales, descubrieron una gama muy
extensa de productos: sal marina o natrón para el secado del cuerpo; aceites de
cedro o enebro para ungüentos; arena, aserrín, cebollas, harapos, líquenes,
paja o resina de pino se usaron como relleno en las cavidades del cuerpo; se
encontraron especias como canela y casia procedente de Ceilán, China e India; se
halló cera de abeja como sellador de los orificios del cuerpo; se identificó
incienso y mirra (Arabia y Somalia) para fumigar el cuerpo en ritos funerarios;
se empleó vino de palma para limpiar las cavidades corporales y las vísceras.
También se descubrió numerosos instrumentos con diversas formas lo que demostró
la especialización en la elaboración del producto fúnebre.
Los
arqueólogos, egiptólogos e historiadores a lo largo del tiempo han descrito la
forma de momificación según sus estudios científicos: según la egiptóloga
francesa Françoise Dunand y el médico Roger Lichtenber en la obra “Las momias:
un viaje a la eternidad” describieron que los pasos eran la extracción del
cerebro, evisceración, deshidratación y vendaje; según el arqueólogo británico Stephen
Buckley el embalsamamiento del cuerpo era una forma de preservación dividida en
seis pasos que comenzaba con el lavado del cuerpo, le seguía la extracción del
cerebro, continuaba con la extracción de los órganos, luego la colocación del
cuerpo en natrón, después el recubrimiento del cuerpo para eliminar las
bacterias y sellarlo, y finalizaba con el envolvimiento del cuerpo en vendas o
sudario.
Sociedad
A grandes rasgos la sociedad del
Antiguo Egipto se dividía en dos sectores: los privilegiados, que ocupaban
cargos de funcionarios públicos en el gobierno y estaban exentos del tributo; y
los no privilegiados (agentes dependientes del gobierno, artesanos, campesinos,
comerciantes, dependientes de oficios, etc.), que estaban obligados a pagar
tributo y competían en sus rubros a fin de gozar de mejor posición utilizando
sus habilidades.
La base de la sociedad egipcia
era el campesinado, hombre libre, pero sin tierras. Debían trabajar las
parcelas, que previamente fueron distribuidas por el Estado.
El esclavo, no era la base de su
sociedad. La esclavitud era una institución reducida y no desempeñaba un papel
importante en la sociedad ni en la economía, era un complemento de estatus de los
privilegiados o estaban catalogados como objetos del Estado. El esclavo era el
extranjero tomado como prisionero de guerra u obtenido por compra.
Forma de Gobierno
Monarquía teocéntrica, el Estado
centralizado en la autoridad del Faraón (ejecutivo, legislativo, judicial,
militar y religioso).
Las Instituciones de Gobierno
estaba unificado en la figura del faraón. Él nombraba a los funcionarios
públicos que estaban a cargo de diversas tareas:
El Visir: Supervisaba los
trabajos hidráulicos, la agricultura, el comercio, la navegación, las obras
públicas y la salud a través de departamentos administrativos centralizados en
su persona.
Los Nomarcas: administraban los
nomos (regiones donde se habían agrupado las antiguas aldeas), cobraban los impuestos
e inspeccionaban los canales, su mantenimiento y funcionamiento. Cada nomo
estaba controlado por un noble.
Los Sacerdotes: se dedicaban a la
astronomía, al culto de los dioses y a las ceremonias funerarias. Designados
por el faraón.
Los Escribas: escribían y leían
los documentos, recogían información de los censos (habitantes, producción de
cereales y animales).
Los funcionarios recibían en
forma de pago tierras que estaban exceptuadas del pago de impuestos.
Escritura
El Antiguo Egipto tuvo cinco
sistemas de escrituras a lo largo de su historia:
Jeroglífico: signos y figuras que
enuncian una frase u oración. En el transcurso del tiempo se dividió en tres
sistemas: el oficial, que era uso del Estado y sus autoridades; el sacerdotal,
para rituales e inscripciones; y el habitual, usado por el pueblo, contaba con
menos símbolos. Los Jeroglíficos se dividen en dos formas: ideogramas,
representan una idea o una palabra; y los fonogramas, que representaban letras.
Hierático: utilización de
ligaduras en caracteres. Se dividían en dos formas: cursiva, utilizada en
documentos administrativos; y uncial, empleada en obras científicas, literarias
y religiosas.
Demótico: derivación ideográfica
del hierático, se lo implementaba de forma oficial y legal (hasta el 400 a.C.).
Helenístico: en la época
ptolemaica, el griego helenístico se convirtió en la escritura oficial del
gobierno egipcio.
Copto: tenía de base el alfabeto
griego con agregados del demótico, inicialmente apareció en la época ptolemaica
y su amplia utilización fue a partir del siglo IV d.C.
Defensa
Desde el Reino Antiguo hasta el
fin del Reino Medio, el faraón era el comandante en jefe del Ejército, el Visir
su segundo al mando, cada nomarca era el jefe de su distrito y debía contribuir
con una pequeña dotación de hombres, que eran destinados a la frontera con
Nubia y al Sinaí. El faraón contaba con su propia guardia. También utilizaron
mercenarios.
En el Reino Nuevo inició una
política de ocupar un mayor territorio a través del Ejército, lo que produjo
una serie de reformas en su organización. Los jefes militares pertenecerían a
la familia real, la oficialidad estaría compuesta por extranjeros expertos en
el arte de la guerra y se amplió el número de mercenarios.
En la época de los Ptolomeo, la
organización del ejército se adecuó al formato helenístico de Alejandro Magno.
El faraón se convirtió en capitán general, poseía un cuadro de oficiales y
suboficiales compuesto en dos ramas: infantería (basada en la falange) y
caballería (ligera y pesada). Los mercenarios siguieron empleándose.
En los tiempos de roma, el
Prefecto de Campamento se encargaba de la defensa de la Provincia de Egipto.
Dos legiones custodiaban el territorio.
Religión
La historia de
la antigua religión egipcia está caracterizada a grandes rasgos en un proceso
dialectico: monoteísmo (Tesis), politeísmo (antítesis) y sincretismo
(síntesis).
Al comienzo
cada pueblo del litoral del Nilo tenía su propia deidad. En el transcurso del
tiempo se desarrollaron las dos regiones (Alto Egipto y Bajo Egipto) y cada una
entrelazó a las deidades formando el politeísmo. El sincretismo más
sobresaliente es cuando se establece el culto a Amón-Ra, la principal deidad
del panteón egipcio. Sin embargo, la dialéctica vuelve aparecer con el faraón
Akenatón instaurando el monoteísmo con el dios Atón. Su hijo Tutankamón inició
nuevamente con el politeísmo al ser coronado en nombre de Amón y los faraones
de la dinastía XIX restablecieron el sincretismo con Amón-Ra.
El sincretismo
religioso se perdió en el Tercer Periodo Intermedio. A partir de la Baja Época,
el culto a Amón prevaleció en paralelo al helenismo sincrético de la dinastía
de los Ptolomeo que habían instaurado a la deidad Serapis como patrón de
Alejandría y dios oficial de Egipto y Grecia. Con la llegada del cristianismo
como religión oficial del imperio romano, el primero en desaparecer fue el
culto a Serapis en el siglo V y luego el de las deidades egipcias en el siglo
VI (Amón, Isis, etc.).
Deidades Principales |
|||
Nombre |
Forma |
Lugar
principal de Adoración |
Especialidad |
Amón |
Zoomorfo.
Hombre con cuernos de carnero o carnero |
Tebas |
Dios
de la luz, del aire y de la fecundidad |
Anubis |
Zoomorfo. Hombre
con cabeza de chacal |
Saka (Cinópolis) |
Dios
del inframundo: protegía a los muertos en la momificación y transportaba las
almas a Osiris. |
Horus |
Zoomorfo. Hombre
con cabeza de halcón o halcón coronado |
Heliópolis |
Dios
de los espacios vacíos, del cielo, de la guerra y de la caza |
Osiris |
Es
un faraón con un látigo para castigar y un gancho para detener |
Menfis |
Dios
de la muerte |
Thot |
Zoomorfo. Hombre
con cabeza de ibis |
Hermópolis
|
Dios
de la sabiduría, escritura, ciencia, magia y las artes |
Isis |
Zoomorfo. Mujer
que lleva el trono. |
Isla
de File |
Diosa
de la luna, protectora de los niños y de la fertilidad. Esposa de Osiris y
madre de Horus. |
Atón |
Disco
solar del cual desprende rayos a los fieles |
Amarna
(Aketatón) |
Dios
de la fuerza vital, la justicia y el orden cósmico. |
Seshat |
Mujer
con una hoja de cáñamo en la cabeza. Porta una tableta de escriba y un cálamo
para la escritura. |
Hermópolis
Magna |
Diosa
de la escritura, de la historia y de la construcción de los templos. |
Bastet |
Zoomorfo. Mujer
con cabeza de gato o un gato. |
Bubastis
|
Diosa
de las embarazada y de los partos. |
Los dioses en el extranjero
En el
transcurso del tiempo los arqueólogos, antropólogos, nubiólogos, egiptólogos,
historiadores, etc. han encontrado en las civilizaciones y pueblos del
mediterráneo y del África Subsahariana de la edad antigua templos y objetos del
culto a alguna deidad egipcia. Los helenos y romanos adaptaron a los dioses
egipcios en su cosmovisión, como por ejemplo el caso de Anubis que lo asociaron
a la estrella Sirio, con Cancerbero o Hades. Incluso el sincretismo helenístico
lo fusionó con Hermes que dio como resultado a Hermanubis.
El culto a
Amón se extendió a Nubia (ciudad de Meore) y en el Levante. El helenismo de
Alejandro Magno aparecería la unión epíteto de Zeus-Amón (Oasis de Siwa,
Desierto de Libia) y sería representado el dios Zeus con cuernos de carnero. La
deidad fue llevada a Roma como Jupiter-Amón.
El culto a Isis se extendió a Nubia y a Grecia. En el siglo IV a.C. los egipcios que residían en Atenas construyeron un templo en su honor. Con la llegada del helenismo su culto se expandió al imperio persa de los seléucidas. Con los romanos el culto se expandió en sus provincias (Britania, Hispania, Siria, etc.); los investigadores hallaron algunos templos en Palmira y Petra.
Reino Antiguo (3100 a.C. aproximadamente – 2190 a.C. aproximadamente)
Época Tinita (Dinastías I y II)
Según el historiador egipcio
Manetón (Siglo III a.C.) el que unificó Egipto fue Menes de la ciudad de Tinis.
Sin embargo, los egiptólogos consideran a Narmer —fundamentados en la Paleta de
Narmer— el que consolidó a las dos regiones en un solo reino. Las primeras
dinastías centralizaron su poder en la ciudad de Tinis, ubicada en el Alto
Egipto. Realizaron tres expediciones militares: al mar Mediterráneo, lograron
que los fenicios de Biblos compartieran el comercio de la madera de cedro; en
la península del Sinaí, derrotaron a los beduinos lo que le dio la posibilidad
de extraer cobre; y atravesaron las fronteras de Nubia en busca de piedras
preciosas. La reina Merytneit (2930 a.C. aproximadamente) fue la primera reina
regente del Antiguo Egipto, por ser guardiana de los príncipes Dyet (cuarto
faraón) y Den (quinto faraón).
Se construyen las primeras tumbas
reales en forma de mastabas.
Época de las Pirámides (Dinastías III a VI)
La capital se trasladó a la
ciudad de Menfis, por su importancia estratégica en controlar el Alto Egipto y
el Bajo Egipto. Los egipcios se anexionaron los territorios de la primera
catarata.
Imhotep es el científico más
antiguo que se tiene registro, fue un polímata (arquitecto, astrónomo,
ingeniero, matemático y médico) e inventor al servicio del faraón Zoser. Es el
primero en ser enterrado en una pirámide escalonada, formada por seis mastabas.
Las pirámides eran las criptas de
los faraones, los únicos que podían financiar su construcción por su imponente
poder adquisitivo. En la cosmovisión egipcia la pirámide conservaba la esencia
del soberano hasta resucitar y ser elevado al cielo transformado en una
estrella. El faraón Snefru construyó tres pirámides: Meidum, de la que
actualmente se conserva su centro; Acodada o Romboidal, por su fallido intento
de ser cara lisa; y la pirámide Roja, fue la primera pirámide de caras lisas.
Los faraones Keops, Kefrén y
Micerino financiaron la construcción de sus pirámides en la meseta de Gizeh.
Los arqueólogos y egiptólogos han catalogado un total de 118 pirámides, de las
cuales el 90% fueron construidas en los tiempos del reino antiguo.
El faraón Pepi II de la sexta
dinastía aumentó el poder de los nomarcas. Estos se separaron del poder central
y constituyeron los nuevos poderes regionales. La consecuencia fue la
desorganización económica y social, que produjo el fin del reino antiguo.
Primer Período Intermedio (2190 a.C. aproximadamente – 2052 a.C. aproximadamente)
Los nomos se hicieron cargo de
sus regiones como señores feudales y se apoderaron de los tributos. Los nomos
que sobresalen en este período fueron: Coptos, Heliópolis, Heracleópolis,
Menfis y Tebas. Este periodo es caracterizado por la hambruna y las incursiones
de los pueblos del cercano oriente.
Según el historiador Manetón la
dinastía VII y VIII gobernaron unas décadas Menfis y un golpe de Estado logró
que en Heracleópolis se instituyera la dinastía IX y sus continuadores fueron
los de la dinastía X.
Los nomarcas de Tebas impulsaron
una serie de acciones diplomáticas y enfrentamientos armados con el objetivo de
restablecer la unidad.
Reino Medio (2052 a.C. aproximadamente – 1778 a.C. aproximadamente)
Época Tebana
El nomarca Intef restableció el
poder central y Tebas se convirtió en capital. El faraón Mentuhotep II (2062
a.C. – 2010 a.C.) instituyó la dinastía XI y fundó el reino medio del Antiguo
Egipto. Reanudó el comercio con Fenicia con el objetivo de importar la madera
de cedro.
Época de Ity-tauy
Se convirtió en la capital de la
dinastía XII. Los faraones suprimieron el poder de lo nomarcas. En defensa
construyeron una serie de fortificaciones en la zona oriental y en la segunda
pequeña catarata. Resistieron y rechazaron las incursiones de los hicsos. En obra
literaria: “Instrucciones de Amenemhat”, un poema escrito en forma de monólogo
que indica como gobernar sabiamente y dudando de las lealtades de los súbditos
En obras públicas se construyeron
santuarios en Karnak en honor a la nueva deidad Amón-Ra.
Sesostris III (1874 a.C. – 1829
a.C.), expandió su territorio hasta la Baja Nubia (minas de oro). Abrió rutas
comerciales a: Biblos (fenicios) por madera de cedro; Creta (civilización minoica)
por los olivos y la vid; y al Sinaí por la gema turquesa.
Amenemhat III (1829 a.C. – 1799
a.C.) en: defensa, ordenó la construcción de las fortalezas de Kumma y Semna;
agricultura, recuperó grandes superficies para el cultivo alrededor de El Fayum;
obras funerarias, construcción de una pirámide para su hija Neferu-Ptah.
Neferusobek (1790 a.C. – 1786
a.C.), es la primera reina soberana del Antiguo Egipto. Es la última de la
dinastía XII.
Segundo Periodo Intermedio (1786 a.C. – 1570 a.C.)
Los gobernantes extranjeros
El poder económico atrajo la
inmigración de los pueblos de Medio Oriente, como los cananeos que se asentaron
en el delta del Nilo, y la disputa política en la corte del faraón generó
conspiraciones palaciegas lo que provocó la separación de los funcionarios
locales, junto a las aristocracias de los nomos, acabó con la dinastía XII y la
división de Egipto en dos nuevos reinos: la Dinastía XIII (1786 a.C. – 1750
a.C.), controló las zonas de El Fayum, Menfis y Tebas; y la Dinastía XIV (1786
a.C. – 1600 a.C.) ubicado en la zona de Avaris (delta oriental del Nilo y el mar
Mediterráneo).
La Dinastía XIII no pudo mantener
la unidad de su territorio, que se dividió en dos linajes: por un lado, los
gobernantes de El Fayum y Menfis; y por el otro, los administradores de Tebas.
La característica de esta dinastía, fue que el trono fue ocupado continuamente
por usurpadores locales, militares e incluso extranjeros (cananeos).
La Dinastía XIV es la primera
familia extranjera en constituir un reino en Egipto. En sus primeros años
lograron alianzas con algunos aristócratas locales y expulsaron a los
opositores. El pequeño reino se constituyó alrededor de la ciudad puerto de
Avaris. Logró tener el comercio marítimo con Biblos. Su primer rey fue Nehesy
“El Nubio” (1761 a.C. – 1758 a.C.).
La constante inmigración y el
aumento de extranjeros en el Bajo Egipto terminó con la expulsión de las
autoridades locales y la instalación de los Hicsos (1650 a.C.) como la Dinastía
XV. El término Hicsos quiere decir “caudillos extranjeros”. Los egiptólogos,
arqueólogos e historiadores no pudieron determinar a qué pueblo del Medio
Oriente fueron nombrados como hicsos (amorreos, cananeos, fenicios, hititas,
hurritas, etc.). Sin embargo, como su propio término lo indica, dado el
contexto de inmigración de la época podría ser que fueron diversos gobernantes
extranjeros y no de un pueblo específico. Los hicsos lograron controlar el
norte y centro del país con nuevas tácticas militares y el empleo del carro de
guerra.
En 1650 a.C. en Tebas, se fundó
la Dinastía XVI. Este nuevo Estado faraónico estaría encerrado: en el norte,
dominaban los Hicsos; y en el sur, el reino de Kush (norte del actual Sudán). Los
hicsos invadieron Tebas, pero fueron expulsados raudamente. Su irrupción generó
un nuevo linaje tebano conocido como la Dinastía XVII. Los egiptólogos e
historiadores consideran que los faraones Intef V (1625 a.C. – 1622 a.C.) y
Rahotep (1622 a.C. – 1619 a.C.) fueron los fundadores de esta familia de
soberanos en Tebas. Los faraones debieron pagar tributo a los hicsos y permitir
guarniciones militares de estos en su territorio a cambio de mantener la paz.
El reino de Kush y los hicsos,
con la intención de fragmentar el territorio de los tebanos, apoyaron al
príncipe Nedyeh en la fundación de un reino que se extendía desde Asuán hasta
la segunda catarata. La capital del reino se estableció en la ciudad de Buhen
(actual frontera entre Egipto y Sudán).
El faraón Senajtenra Ahmose (1588
a.C. – 1584 a.C.) con el fin de impulsar la unificación y expulsar a los
extranjeros, decidió ascender a una de sus esposas: Tetisheri. Esta reina se le
otorgó los títulos de: Esposa Principal; Dadora de Heredero y Gran Esposa Real (para
encargarse de la política de alianza con los señores locales). El faraón inició
la guerra de independencia y murió en combate; Tetisheri continuo el conflicto.
Su hijo Kamose (1579 a.C. – 1575 a.C.) se hizo cargo de la campaña. La victoria
tebana de Buhen y la reconquista de este territorio aseguro el camino hacia la
unificación.
Reino Nuevo (1570 a.C. – 1069 a.C.)
Época Dorada
A la muerte de Kamose, asumió su
hermano Amosis (1575 a.C. – 1550 a.C.) fundador de la Dinastía XVIII. Derrotó a
los ejércitos hicsos del rey Apofis e invadió la capital (Avaris). Expulsó a
los hicsos de Egipto y los persiguió hasta Palestina. Unificó el país con
capital en Tebas.
El Antiguo Egipto bajo la
administración de Amenofis (1550 a.C. – 1530 a.C.) y Tutmosis (1530 a.C. – 1517
a.C.) se convirtió en una potencia económica y militar. Sometieron a Nubia y
realizaron expediciones militares hasta el río Éufrates. Implementaron un carro
de silla, que consistía una versión mejorada del carro de guerra, con un eje en
dos ruedas y una silla colocada sobre un poste vertical en la barra de tiro por
encima del eje. Combinaron el carro, con el caballo y arcos compuestos en un
ejército.
La reina-faraón Hatshepsut (1513
a.C. – 1490 a.C.) se dedicó al emprendimiento de obras públicas como templos
con terrazas (Der el Bahari). Estableció el comercio con Punt (ubicado en las
costas actuales de Eritrea, Yibuti y el norte de Somalia).
El faraón Tutmosis III (1490 a.C.
– 1443 a.C.) en política interior: limitó la influencia del Clero de Amón, los
indemnizó entregándoles nuevas tierras de cultivo y en el templo de Amón en
Karnak construyó siete obeliscos. En política exterior el Antiguo Egipto
alcanzó su máxima expansión territorial: en África, sometió a los nubios y llegó
hasta la cuarta catarata; en Asia, derrotó a la alianza de los cananeos y al
reino Mitanni de los hurritas en la batalla de Megido, luego desde Cilicia (la
costa sur oriental de Turquía) hasta el Éufrates; y en el mar Mediterráneo, conquistó
la isla de Chipre. A su muerte le sucedió su hijo Amenofis II (1443 a.C. – 1417
a.C.), quien sostuvo las conquistas ganadas de su padre, mejoró las relaciones
comerciales con Asiria, Babilonia, Creta, las islas del Egeo, Hititas y
Mitanni.
El faraón Tutmosis IV (1417 a.C.
– 1407 a.C.), en política exterior mantuvo la paz a través de enlaces
matrimoniales con los diversos reinos de la época. En política interior, su
década de gobierno estará marcada por la rivalidad entre el poder real y el
poder del clero de Amón. Su hijo Amenofis III (1407 a.C. – 1377 a.C.) introdujo
el culto monoteísta a Atón (disco solar), excluyendo a las divinidades locales
con el fin de disminuir el poder del clero de Amón. Su sucesor Akenatón (1352
a.C. – 1335 a.C.), es el primer reformador religioso de la historia, al
prohibir el culto a las demás divinidades y ser el representante de Atón en el
mundo mortal; construyó una nueva capital en su honor. Nombró a su esposa
Nefertiti Gran Esposa Real y corregente de las funciones administrativas de
palacio.
Tutankamón (1334 a.C. – 1325
a.C.), fue presionado por el clero de Amón y la aristocracia militar para
restituir a Tebas como capital. Horemheb (1323 a.C. – 1295 a.C.) fue el último
de la dinastía XVIII.
Ramsés (1295 a.C. – 1294 a.C.),
fue visir del último faraón de la dinastía XVIII. Es el fundador de la dinastía
XIX. Le sucedió su hijo Seti (1274 a.C. - 1279 a.C.), el cual pacificó a Egipto
y sometió al clero de Amón. Aumentó el poder del Estado con la acumulación de
oro extraído de las minas de Nubia.
Ramsés II (1279 a.C. – 1213 a.C.),
se enfrentó a Muwatalli II (rey de los hititas) en la batalla de Qadesh (1274
a.C.) por el territorio de Fenicia, Palestina y Siria. En 1259 a.C. se llegó a
la paz entre ambas potencias con el tratado de Qadesh, aceptado por Ramsés II y
Hattusili III, el cual estableció al río Orontes como frontera; lo que permitió
una nueva apertura comercial entre ambos reinos. La paz se consolidó cuando
Ramsés II se casó con la hija del rey hitita y la nombró Gran Esposa Real. El
tratado de Qadesh, es el tratado de paz más antiguo que se conoce.
Seti II (1200 a.C. – 1194 a.C.) y
su esposa Tausert (1194 a.C. – 1188 a.C.) fueron los últimos soberanos de la
dinastía XIX. La sublevación del Bajo Egipto puso a la cabeza del Estado a
Sethnajt (1186 a.C. – 1184 a.C.) como nuevo faraón y fundador de la dinastía
XX.
Época Ramésida
Se denomina de este modo a 114
años de gobierno de los faraones llamados Ramsés.
Ramsés III (1184 a.C. – 1153
a.C.) reorganizó el gobierno basándose en la división de clases dentro del
trabajo administrativo: los miembros de la Corte; funcionarios provinciales;
militares y agentes en el mantenimiento de obras públicas. En economía la civilización
del Antiguo Egipto volvió a prosperar con las cosechas del interior del reino y
los tributos de los pueblos sometidos (Canaán y Nubia). En política exterior
destruyó la flota invasora de los pueblos del mar en el Nilo.
Peculiaridad: la primera huelga
documentada de la historia. Los obreros se negaron a seguir trabajando en la
construcción de su tumba ante el retraso del pago y la demora en la repartición
de la cerveza.
Sus sucesores continuamente
debieron sofocar rebeliones internas de diversas índoles, lo que debilitó la
política exterior egipcia con las independencias de Nubia y Palestina. La casta
sacerdotal se hizo con el control económico del reino.
Ramsés XI (1099 a.C. – 1069 a.C.)
no pudo mantener la centralización del Estado y gradualmente se fragmentó el
poder de las instituciones.
Tercer Periodo Intermedio (1069 a.C. – 715 a.C.)
En 1070 a.C. el político militar
y sacerdote Herihor (Virrey de Kush, Jefe del Ejército en Tebas y sumo
sacerdote de Amón), pariente directo de Ramsés XI, aprovechó las rebeliones
internas autoproclamándose Faraón. Sin embargo, su poder estaba reducido al
distrito de Tebas. Estableció una dinastía regional (1070 a.C. – 775 a.C.) con
una forma de gobierno teológica en la cual todos sus sucesores llevarían el
título de Sumo Sacerdotes de Amón.
En 1069 a.C. falleció Ramsés XI y
fue sepultado por el militar libio Esmendes. Al enterrarlo, según la
legislación egipcia le dio el derecho de tomar el título de Faraón y controló
el Bajo Egipto. Fue el fundador de la dinastía XXI (1069 a.C. – 945 a.C.). Su
linaje gobernó desde la ciudad de Tanis. En el transcurso del tiempo su
influencia se vería reducida a la parte oriental del Bajo Egipto.
Alrededor del año 1000 a.C. los
caudillos libios que controlaban al ejército se asentaron en el Delta del Nilo,
en la ciudad de Bubastis, paulatinamente extendieron su influencia política al
Fayum y para afianzar su poder en la sociedad se convirtieron en sacerdotes.
Sheshonq, hijo de uno de estos caudillos sacerdotes, se casó con una de las
hijas del faraón libio Psusenes II y tomó el poder con la muerte de su suegro
en el 945 a.C.; fundó la dinastía XXII. Esta nueva familia real de origen libio
gobernó la parte oriental del Bajo Egipto hasta la muerte del faraón Osorcón IV
(715 a.C.).
Hasta el Año 850 a.C. el Bajo
Egipto se dividía políticamente en tres Estados independientes de origen libio:
en la zona occidental, gobernaban una confederación de caudillos sostenidos
bajo un régimen feudal; en la zona central y norte (litoral mediterráneo) se
había fundado el Reino de Meshwesh; y la zona central y oriental regían los
faraones de la dinastía XXII.
Alrededor del 845 a.C. el Alto
Egipto, administrado por el Sumo Sacerdote de Tebas no pudo evitar que el nomo
de Heracleópolis se sublevara bajo el dominio del caudillo Dyedpetahiefanj, el
cual fundó un Estado independiente proclamándose Rey de Heracleópolis. Los
historiadores antiguos nombraron a este reino como Heracleópolis Magna (845
a.C. – 720 a.C.).
La zona oriental del Bajo Egipto
era el centro del comercio del mundo Mediterráneo por su posición geográfica.
Los faraones libios de la dinastía XXII no pudieron evitar que una de las islas
del Delta del Nilo se revelara y creara su propio reino con capital en la
ciudad de Leontópolis y disputara el poder en la zona. Este nuevo reino de
origen libio sería fundado por Badibastet en el 818 a.C., miembro de la familia
real de la dinastía XXII y de la familia del Sumo Sacerdote de Tebas, que
aprovechó las intrigas palaciegas y las guerras civiles del Alto Egipto y del
Bajo Egipto; logró fundar la dinastía XXIII (818 a.C. – 715 a.C.).
Las guerras civiles aumentarían
por el control de Menfis, un nomo disputado por ser el límite entre al Alto
Egipto y el Bajo Egipto.
La dinastía XXIII se encargó de
fragmentar al Estado de Tebas del Alto Egipto, controlado por el Sumo Sacerdote,
con el apoyo político y enlace familiar al lograr constituir dos nuevos Estados
independientes; a lo que los historiadores antiguos llamaron: Hermópolis Magna
(747 a.C. – 715 a.C.) y Licópolis (747 a.C. – 715 a.C.).
En el 727 a.C. en la zona
occidental del Bajo Egipto (confederación de caudillos), el caudillo Tafnajt de
la ciudad de Sais se hizo con el control de la confederación y fue nombrado
Gran Jefe del Oeste y emprendió las campañas militares sobre Menfis; fundó la
dinastía XXIV (727 a.C. – 715 a.C.).
Baja Época (715 a.C. – 476 d.C. aproximadamente)
El Reino Unido del Nilo
La continua fragmentación de la
región en pequeños Estados y la crisis diplomática por los diversos
enfrentamientos en la búsqueda de apropiarse de puntos estratégicos para el
comercio, dio el momento preciso para que el monarca Piye (747 a.C. – 716 a.C.)
del Reino de Kush (región de Nubia) se aventurara a la conquista del territorio
egipcio. Piye utilizó los dos instrumentos de la política (diplomacia y
guerra), logrando capturar las regiones del Alto Egipto y el Medio Egipto, y el
sometimiento tributario de los Estados de Leontópolis y Tanis en el Bajo
Egipto. Piye fue el fundador de la dinastía XXV (744 a.C. – 664 a.C.) al
autonombrarse soberano del Alto Egipto e iniciar la recuperación de su
propiedad. Los historiadores del mundo antiguo denominarían a la dinastía XXV
como la dinastía de los faraones negros. Piye se mostró conciliador con las
familias nobles egipcias, en vez de mostrarse como un conquistador buscando
someter a la población, constituyó la unidad entre Kush y Egipto al colocarse
una corona con dos cobras. Había nacido el Reino Unido del Nilo
Sabaco (716 a.C. – 702 a.C.), le
sucedió a su hermano Piye como indica la tradición kushita de sucesión
preferente entre hermanos, antes que el primogénito o hijos del primer hermano.
Capturó y quemó a Bakenrenef (II Gran Jefe del Oeste) y con aquel suceso
eliminó a la dinastía XXIV. Concluyó la unión del Nilo que había comenzado su
hermano. El floreciente reino se alió con Azoto (reino filisteo), Edom, Judá y
Moab contra el Imperio Asirio. Sargón II abatió a los aliados y dejó al
descubierto que las civilizaciones del Nilo militarmente no estaban a la altura
de los asirios. En cultura, empezó el renacimiento artístico egipcio en
especial del Reino Antiguo, como por ejemplo la pirámide El Kurru (tumba de
Sabaco).
Sebijos (702 a.C. – 690 a.C.),
hijo de Piye, envió un ejército al mando de su hermano Tarcos apoyando la
rebelión de Jerusalén contra los asirios. Su política exterior antiasiria
terminó en fracaso.
Tarcos (690 a.C. – 664 a.C.) y su
ejército no pudieron resistir el avance asirio en el Bajo Egipto y trasladó el
gobierno a Tebas. Asurbanipal: convirtió al Bajo Egipto en un Estado Tributario;
nombró al nomarca de Sais (Necao) soberano de Egipto y creó la dinastía XXVI; y
saqueó las ciudades de Menfis y Tebas. El faraón Tarcos se replegó a la antigua
capital de Kush (Napata).
Tandamane (664 a.C. – 653 a.C.),
hijo de Sabaco, organizó una campaña de reclutamiento de toda la región de
Nubia y reconquistó Egipto. En 661 a.C. los asirios invadieron nuevamente el
Bajo Egipto y saquearon Tebas en nombre de Asurbanipal. Tandamane prevalecería
como rey de Kush y faraón de Egipto, empero su poder llegaba hasta el Alto
Egipto; hasta el año 656 a.C., cuando esta región fue tomada diplomáticamente
por Psamético. Tamdamane fue el último faraón de la dinastía XXV y del Reino
Unido del Nilo.
Los últimos faraones nativos
Necao (672 a.C. – 664 a.C.),
nomarca de Sais, nombrado por Asurbanipal gobernador de Egipto, intentó huir
del bajo Egipto ante la avanzada de las fuerzas de Tandamane, pero fue
asesinado.
Psamético (664 a.C. – 610 a.C.),
hijo de Necao, fue el fundador de la dinastía XXVI. Apoyado por los asirios,
controló el Bajo Egipto y su armada tomó pacíficamente Tebas. Unificó Egipto al
asegurar a los nobles locales del Alto Egipto mantener sus privilegios. Rompió la
unidad con el Reino de Kush. Psamético, aprovechó la guerra civil de los
asirios, obtuvo pacíficamente la independencia y se proclamó faraón. Le sucedió
su hijo Necao II (610 a.C. – 595 a.C.), se alió con los asirios en oposición a
los caldeos, con la intención de: crear un Estado tapón en Palestina; tener a
Mesopotamia dividida en dos Estados; y convertir a Egipto en una potencia
económica y política. Empero, los aliados fueron derrotados en la batalla de
Carquemis (605 a.C.). Los egipcios retornaron a sus fronteras en el Sinaí.
Necao II contrató a fenicios y jonios constituyendo dos flotas: la del
Mediterráneo africano y la del Mar Rojo.
Psamético II (595 a.C. – 589
a.C.), en su breve administración preparó un ejército al mando del general
Amasis e invadió hasta el centro del reino de Kush; no obtuvo ninguna anexión
territorial. Le sucedió su hijo Apries (589 a.C. – 570 a.C.): en política
exterior, no pudo ayudar al Reino de Judá contra los caldeos de Nabucodonosor,
ni a los libios ante la expansión de la colonia de los dorios de Cirenaica; y
en política interior, se desató una guerra civil que terminó con su gobierno.
Amasis capturó y ajustició a Apries, terminando con la dinastía XXVI.
Los rebeldes proclamaron faraón a
Amasis. El nuevo soberano (569 a.C. – 526 a.C.) controló el territorio hasta la
primera catarata y la isla de Chipre. En su régimen Egipto ingresó al mercado
del mundo heleno como productor de materias primas. Los mercenarios y
comerciantes griegos que habían entablado un negocio estable con Apries, fueron
beneficiados con Amasis el cual les otorgó una colonia en el delta del Nilo: La
Ciudad de Naucratis. Esta colonia favoreció comercialmente a la Liga Jónica,
Corinto y Egina. Amasis entabló la paz con Bato II (rey de la Ciudad-Estado de
Cirene), por la cuestión de la región de Cirenaica, y la aseguró con el enlace
matrimonial contraído con la princesa Laódice. Se alió con el tirano de Samos
(Polícrates) y con el rey de Lidia (Creso Mermnada) ante el avance de Persia. La
alianza fracasó con la ruptura de Polícrates que se pasó al bando persa. A su
muerte le sucedió su hijo Psamético III (526 a.C. – 525 a.C.), el cual no pudo
fundar una dinastía, fue derrotado en la batalla de Pelusio; y el ejército
persa fue recibido por los colaboracionistas, como el caso del jefe de la
marina egipcia Udyahorresnet quien se sublevó a favor del invasor.
La Satrapía
Entre el 527 a.C. y el 525 a.C.
el sha Cambices II conquistó Egipto y lo anexionó al Imperio Persa. Egipto se
convirtió en una satrapía (provincia). El título de faraón fue tomado por el
conquistador, incorporándolo dentro del título de Sha (Rey de Reyes o
Emperador). Cambices II retornó a Persia y dejó en el cargo de Sátrapa
(protector del reino o gobernador) a Ariandes.
A partir de Cambices II los emperadores
persas de la dinastía Aqueménida tomarían el título de faraón y Maneton en su
obra “Historia de Egipto” los designaría como la dinastía XXVII. Los Sátrapas
(Ariandes, Ferendates, Aquémenes, Arsames) se encargaron de la administración
del Estado, de la recaudación del impuesto en moneda (dárico), mantuvieron las
costumbres y consensuaron con las familias locales los pequeños espacios de
poder en las regiones. Egipto permanecería como provincia persa 121 años (525
a.C. – 404 a.C.).
El breve periodo independiente
La guerra palaciega del Imperio Persa,
generada por Darío II (423 a.C. – 404 a.C.), provocó las rebeliones de los
pueblos sometidos. Amenirdis, descendiente de los reyes de Sais, inició la
guerra de independencia expulsando a los imperiales de la zona occidental del
Bajo Egipto. Los rebeldes lo proclamaron faraón (404 a.C. – 399 a.C.), empero únicamente
controlaba el territorio mantenido por sus huestes. Su administración se
mantuvo, porque Artajerjes II debió sofocar el alzamiento de su hermano Ciro el
Joven (401 a.C.). La Diarquía de Esparta (Pausanias Aguíadas y Aguis II
Euripóntidas) invadió las satrapías en Anatolia, Amenirdis se alió con los
espartanos enviándoles trigo para alimentar a las tropas en campaña a fin de mantener
a los persas ocupados en Asia Menor. Al no dejar descendencia, fue el único de
la dinastía XXVIII.
Neferites, sucesor de Amenirdis,
concluyó la guerra de independencia con la expulsión de los imperiales de todo Egipto.
Es el fundador de la dinastía XXIX y su capital es la ciudad de Mendes. Su
administración (398 a.C. – 392 a.C.) abrió el libre comercio con los pueblos
del mediterráneo y Egipto volvió alzarse con su poder económico en la
geopolítica internacional de su época. Esto se refleja en la guerra de Corinto
(395 a.C. – 387 a.C.), donde los faraones (Neferites, Mutis y Psammutis)
apoyaron con alimentos y transporte marítimo a los espartanos contra la Liga de
Corinto (Argos, Atenas, Corinto y Tebas), y esta recibió el financiamiento en
oro por parte de los persas. Los egipcios necesitaban a los espartanos para
mantener su independencia y los persas financiaban a distintos bandos del mundo
heleno con el fin de debilitarlos y reconquistar sus antiguos territorios de la
costa Mediterránea.
El faraón Acoris (391 a.C. – 379
a.C.) decidió cambiar la amistad de Esparta por la de Atenas. El motivo fue que
sus servicios de inteligencia le informaron que Artajerjes II: por un lado,
favorecía abiertamente a la flota de Conon, y en secreto a los espartanos; y
por el otro, paulatinamente estaban aumentando la proporción de hombres y
caballos de su ejército en la satrapía de Eber-Nari (Israel, Jordania, Libano y
Palestina). El faraón decretó la leva y dedujo que Esparta no podría
socorrerlo, debido a la flota ateniense. En el 389 a.C. Acoris se alió con la
Polis de Atenas, y en el 387 a.C. ayudó a Evagoras a recuperar su trono en el Reino
de Salamina (costa oriental de Chipre) cambiando la política del mediterráneo
oriental a favor de Egipto. Artajerjes II terminó con la Guerra de Corinto en
la paz de Antálcidas y decidió intervenir Egipto. Entre el 385 a.C. y 383 a.C.
los egipcios repelieron las incursiones de los persas, y con la ayuda de los
mercenarios atenienses del estratega Cabrias los egipcios atacaron Cilicia y
Fenicia.
Jeperkara Najtnebef (378 a.C. –
361 a.C.), derrocó a Neferetis II (hijo de Acoris, último de la dinastía XXIX)
y se proclamó faraón instalando la dinastía XXX. Le sucedió su hijo Teos (361
a.C. – 359 a.C.), el cual emprendió una serie de reformas económicas: instauró
la moneda, aumentó los impuestos y eliminó los privilegios de la casta
sacerdotal. Se alió con la Diarquía de Esparta (Cleómenes II Agíadas y Agesilao
II) y la República de Atenas contra el Imperio Persa. En el 360 a.C. los
aliados ocuparon Fenicia. Empero, Artajerjes II y los Sacerdotes de Sais ayudaron
a Tyahamipu (hermano del faraón) en un golpe palaciego, y Teos fue reemplazado
por su sobrino Senedyemibra Najthorhabet. En su gobierno (359 a.C. – 343 a.C.),
Egipto fue conquistado por los persas.
La coyuntura Aqueménida
Artajerjes III (341 a.C.),
restauró a la dinastía XXVII en Egipto, la cual permaneció como provincia persa
durante nueve años; controlado nuevamente por los sátrapas (Ferendates, Sabaces
y Mazaces).
Época Helenística
Alejandro Magno derrotó a Darío
III en la batalla de Issos (noviembre del 333 a.C.), luego avanzó y derrotó al
comandante Batis en la fortaleza de Gaza. Los egipcios vieron a Alejandro como
un libertador y se unieron a los griegos en la expulsión de los persas. El
sacerdote del oráculo de Amón aseguró a Alejandro su filiación divina, una
deidad en vida y la población lo nombró Faraón. Es el iniciador de la dinastía
XXXI (Argéaga). En el 331 a.C. Alejandro dejó a Cleómenes de Náucratis en el
cargo de receptor de los tributos de los nomos, pero este funcionario pronto
adquirió poder comportándose como un sátrapa y valiéndose de su función armó una
telaraña de corrupción con respecto a los impuestos de exportación.
El 10 de junio del 323 a.C.
Alejandro Magno falleció en Babilonia y dejó al general Pérdicas como Regente
de su imperio. Pérdicas reorganizó provisoriamente a los territorios
instituyendo de nuevo las satrapías y designó a Ptolomeo Lágida como sátrapa de
Egipto y Cirenaica. En el 322 a.C. el servicio de inteligencia de Ptolomeo en
la corte le informó que el Regente planeó casarse con la princesa Cleopatra
(hermana de Alejandro) y en secreto proyectó enterrar a Alejandro. Ptolomeo
ejecutó a Cleómenes de Náucratis (partidario de Pérdicas), expropio sus bienes
(valor de 8000 talentos) e inició las guerras de los diádocos (sucesores) sustrayendo
los restos de Alejandro de la procesión fúnebre anulando el derecho cultural a
Pérdicas de proclamarse heredero al trono. Estos enfrentamientos se
desarrollaron entre el 322 a.C. hasta el 281 a.C., finalizando en la batalla de
Curopedio. El Imperio Alejandrino se dividió en tres reinos con dinastías helenísticas:
Egipto y Chipre, bajo los Ptolomeo; Macedonia, bajo los Antigónidas; y Persia,
bajo los seléucidas.
Ptolomeo se
autoproclamó Faraón (305 a.C. – 282 a.C.); es el fundador de la dinastía XXXII.
Él y sus sucesores administrarían Egipto desde una nueva capital: Alejandría.
Patrocinó la instauración de un museo, a diferencia del museo heleno, su
característica principal era parecido al de universidad. Los académicos y
científicos se dedicaron a la enseñanza y a la investigación.
Ptolomeo II
(282 a.C. – 246 a.C.) perdió su influencia geoestratégica en el Mediterráneo
Oriental (Atenas, Egeo, Fenicia y Siria) y a fin de contrarrestar la situación,
se dedicó a fundar ciudades portuarias en la costa del Mar Rojo con inmigrantes
helenos a fin de mejorar el comercio con Arabia e India. En economía tenía dos
propósitos: el conservador, mantener a Egipto como el granero del mundo
mediterráneo; y el liberal, convertir a Egipto en el nexo comercial entre las
civilizaciones del Mediterráneo y las civilizaciones de la India. Amplió la
biblioteca y el museo de Alejandría, se convirtió en mecenas de las artes y las
ciencias. En la isla de Faro construyó una torre de señalización luminosa como
aviso ribereño para los buques a fin de evitar que encallen en la costa.
Ptolomeo III
(246 a.C. – 222 a.C.) amplió el territorio de Egipto en África con la anexión
de Cirenaica, al contraer matrimonio con la princesa Berenice de Cirene.
Utilizó la muerte de su hermana y su sobrino como justificativo de iniciar la
guerra contra los persas seléucidas. Invadió Siria y llegó hasta la región de
Babilonia, empero, debió retornar a Egipto para sofocar una rebelión. Recuperó
más de 2500 imágenes de las deidades egipcias, que habían sido tomadas por los
Aqueménidas; y el botín de guerra fue calculado en 40000 talentos.
Ptolomeo IV
(221 a.C. – 203 a.C.), no quiso gobernar y delegó la administración egipcia a
un favorito. Su reinado está caracterizado por intrigas palaciegas. En el 205
a.C. la ciudad de Tebas se sublevó y proclamó al nubio Horunnefer Faraón;
controlaría parte del Alto Egipto. Ptolomeo IV antes de fallecer dejó un
regente a la custodia de su hijo, hasta que fuera competente para gobernar.
Ptolomeo V
(196 a.C. – 181 a.C.), su coronación se realizó en Menfis (Piedra Rosetta). Sofocó
y recuperó el territorio rebelde que estaba regido por Anjunnefer (sucesor de
Horunnefer). Antes de fallecer nombró a su esposa Cleopatra de Siria regente de
su hijo.
Ptolomeo VI
(176 a.C. – 145 a.C.) al no tener a la corte bajo su control, debió compartir
el poder de Faraón en una triarquía con sus dos hermanos (Cleopatra y Ptolomeo
VIII). Esto llevó al aumento de intrigas, guerras civiles y la participación
indirecta de algunas Polis griegas, Macedonia, Persia y Roma. Ptolomeo Apión
(hijo de Ptolomeo VIII) decidió no intervenir en las guerras civiles por el
título de Faraón y se proclamó Rey de Cirenaica (116 a.C. - 96 a.C.). Al
fallecer no tenía sucesor, en su testamento entregó legalmente Cirenaica a la
República de Roma.
En el siglo I
a.C. la población de Egipto se estimó cerca de los 5.000.000 de habitantes, de
los cuales el 10% residía en la capital.
Ptolomeo
XII (76 a.C. – 51 a.C.) se dedicó a la juerga y no le interesó que Roma tomara
Chipre. Los helenísticos se sublevaron, el Faraón se refugió en Roma. Los
sublevados proclamaron a su hija Berenice soberana de Egipto (58 a.C. – 55
a.C.). En el 55 a.C. el Faraón retornó a Egipto, apoyado financiera y
políticamente por Marco Antonio, Aula Gabino, Pompeyo y Rabirio. Antes de morir,
unió en matrimonio a sus dos hijos mayores (Cleopatra y Ptolomeo XIII) para que
gobernaran en conjunto; y estarían bajo la custodia y protección de Roma. Un
sector de la nobleza helenística se opuso a la presencia de Roma y el
patriotismo brotó de ellos al negarse aceptar que Egipto se había convertido en
un Estado Cliente. Se desató una serie de guerras civiles entre los partidarios
de Cleopatra, Ptolomeno XIII, Arsínoe y Ptolomeo XIV (hijos menores de Ptolomeo
XII), que fue aprovechada continuamente por Roma; al final, Cayo Julio Cesar
impuso a Cleopatra como Reina de Egipto.
Cleopatra
(48 a.C. – 30 a.C.) estrechó aún más los lazos con Roma al darle progenie a
Cayo Julio Cesar: el príncipe Ptolomeo Cesar (47 a.C.). En el 46 a.C. Cleopatra
y su hijo acompañaron a Julio Cesar a Roma. A la muerte de Cesar (44 a.C.),
Cleopatra regresó a Alejandría. Augusto, Marco Antonio y Marco Emilio Lépido se
unieron contra los opositores y asesinos de Cesar. Cleopatra apoyó financieramente
a Marco Antonio. El triunviro Marco Antonio obtuvo los territorios de Anatolia,
Chipre, Cirenaica, Fenicia, Grecia, Macedonia y Siria. En el 41 a.C. Cleopatra
y Marco Antonio se reunieron en Tarso, e iniciaron una relación amorosa.
Cleopatra le dio tres hijos: los mellizos Alejandro Helios y Cleopatra Selene
(40 a.C.), y Ptolomeo Filadelfo Antonio (36 a.C.). El problema residió en la
paz política, Marco Antonio se casó con Octavia la Menor (hermana de Augusto)
en el 40 a.C. a fin de evitar la guerra civil. Sin embargo, en el 37 a.C. Marco
Antonio abandonó a su esposa por su amante (Cleopatra) provocando una crisis
interna en la política romana. En el 34 a.C. Marco Antonio invadió Armenia,
capturó al rey Artavasdes II y lo llevó a Alejandría (31 a.C. ejecutado por
Cleopatra). En la capital egipcia declaró disuelta la alianza con Augusto y
proclamó a sus hijos: Alejandro Helios soberano de Armenia; Cleopatra Selene
soberana de Cirenaica; y Ptolomeo Antonio soberano de Cilicia y Siria. También
se autonombró tutor del príncipe Ptolomeo Cesar, al cual lo proclamó Faraón de
Egipto y Emperador; y heredero legítimo de Cayo Julio Cesar. En el 33 a.C.
finalizó el periodo de mandato de los triunviros y Augusto asumió el cargo de
cónsul y atacó las Donaciones de Alejandría de Marco Antonio e inició una nueva
guerra civil romana que involucró a Egipto. El 2 de septiembre del 31 a.C.
Marco Antonio y Cleopatra fueron derrotados en la batalla naval de Accio. A
finales de julio del año 30 a.C. Augusto invadió Egipto. Cleopatra y Marco
Antonio se suicidaron a principio de agosto. Ptolomeo Cesar fue proclamado como
Ptolomeo XV (30 a.C.), fue asesinado por Augusto.
Provincia Romana
A partir del
año 30 a.C. Egipto se convirtió en una provincia romana. Desde el 27 a.C. hasta
el 476 d.C. quedó sujeto al boato de los emperadores romanos de: los Julio
Claudia (dinastía XXXIII), los Flavio (dinastía XXXIV), los Antoninos (dinastía
XXXV), los Severos (dinastía XXXVI), los Cloro (dinastía XXXVI), los Teodosiano
(dinastía XXXVII) y los León (dinastía XXXVIII).
Si bien Egipto
era una provincia romana, en el cargo administrativo de gobernador lo ocupaba
el prefecto nombrado directamente por el emperador (Prefecto Augusto de
Egipto). El prefecto controlaba el ejecutivo y el judicial, y era el supervisor
del censo (se realizaba cada 14 años), el control fiscal, los actos litúrgicos
(religiosos), construir o ampliar los archivos del Estado provincial.
El primer
prefecto de Egipto fue Cayo Cornelio Galo (30 a.C. – 26 a.C.), anuló una
rebelión en Tebas y estableció el comercio con los etíopes.
El prefecto
Elio Galo (26 a.C. – 24 a.C.) fracasó en su expedición de conquistar Arabia
Felix (Himyar y Saba) y sofocó una revuelta de los nubios en las fronteras del
Alto Egipto.
En la
administración del emperador Tiberio (14-37) la superficie de Egipto era
aproximadamente de 28.000 km2 con una población cercana a los 7.000.000
de habitantes.
Durante el
siglo I d.C. Egipto gozó de una gran prosperidad económica y social.
En mayo del
año 66, por orden del emperador Nerón, asumió el cargo de prefecto Tiberio
Julio Alejandro (66-69). Intentó poner fin a los enfrentamientos entre hebreos
y helenos en Alejandría. Asumió en el periodo de la primera guerra judeo-romana
(66-73) en la Provincia de Judea (6-135).
El prefecto
Cayo Vibio Máximo (103-107) fue acusado por mal uso de la administración, es
detenido y condenado por orden del emperador Trajano.
En el 107
desde las provincias de Egipto, Judea y Siria los romanos ocuparon una parte
del territorio de los nabateos al que nombraron Arabia Pétrea.
El emperador Trajano
decidió emprender una guerra contra los partos en Mesopotamia (114-117). Los
pueblos semitas se levantaron contra la invasión romana y los judíos hicieron
lo propio en las provincias romanas. El prefecto Marco Rutilio Lupo (113-117)
sofocó la revuelta judía en Alejandría.
El 30 de
octubre del año 130, por orden del emperador Adriano se fundó la ciudad de
Antinoópolis; en honor a Antinous (amante del emperador).
La antigua
religión egipcia fue reemplazada paulatinamente por el cristianismo desde
Alejandría.
En el 172
estalló una rebelión de los nativos dirigida por el sacerdote Isidoro contra la
administración del prefecto Cayo Calvisio Estatiano (170-175), debido a los
excesivos impuestos del emperador Marco Aurelio. En el 175 la rebelión fue
suprimida por el gobernador de Siria Palestina Cayo Avidio Casio, el cual,
aprovechando las intrigas palaciegas en Roma en proclamarse emperador, sin
embargo, solamente gobernó cien días Egipto y Siria; fue asesinado por un
centurión.
El 28 de marzo
del 193 era asesinado el emperador Publio Helvio Pertinax, lo que provocó una
guerra civil por quien ocuparía su trono. A mediados de abril, el gobernador de
Siria Palestina, Cayo Pescenio Níger, aprovechó la situación y con el apoyo de
las legiones de oriente (Asia, Egipto y Siria) en la capital de su provincia
(Antioquía) los militares lo proclamaron emperador. Níger consciente de su
debilidad militar logró una alianza con Vologases V (Imperio Parto, en
decadencia) y avanzó sobre Bizancio y Tracia. Sin embargo, debió replegarse
ante el avance de Severo. En el 194 las fuerzas de Severo derrotaron a las
tropas orientales en Issos, Níger intentó huir a Partía, pero fue asesinado
cerca de la frontera.
Al final del
siglo II, la población de las capitales provinciales de África (Cartago),
Egipto (Alejandría) y Siria Palestina (Antioquía) se estimaba alrededor de
200.000 habitantes cada una.
En el 202 el
emperador Lucio Septimio Severo proveyó a todas las capitales provinciales,
incluida Alejandría, de una Constitución.
En el 212 el
emperador Caracalla promulgó su Constitución Antoniana, en la cual declaró a
todos los hombres libres, que sirvieran al imperio dentro de sus provincias,
desde Siria a Hispania y Egipto a Britania, en ciudadanos romanos. Por lo
tanto, los hombres libres al adquirir la ciudadanía romana tendrían más
derechos y pagarían más impuestos.
En el
equinoccio de primavera del 214 Caracalla emprendió una gira a las provincias
orientales. En diciembre de 215 llegó a Alejandría. En el solsticio de invierno
emprendió con sus tropas el castigo y saqueo a la ciudad por la publicación
satírica de su fratricidio hacia su hermano. Se destruyó parcialmente el museo.
En medio de
las guerras civiles por el trono de Roma, el cónsul Septimio Odaenathus
aprovechó las circunstancias de crear un Estado independiente (260-267): El
Reino de Palmira (Actuales Israel, Líbano, Palestina y Siria). A la muerte del
Rey, su esposa Zenobia en nombre del príncipe Vabalato asumió como Regente.
Aprovechó las disputas internas tanto en Roma como en Persia para convertir su
modesto país en un respetable Estado. En 269 Zenobia ocupó Egipto, por sus
abundantes recursos, y se autoproclamó Reina de Egipto; y acuñó monedas en su
nombre, simbolizando su poder. Ejecutó al prefecto Tenagino Probo (269-270). En
el 270 asumió el emperador Aureliano, emprendió una serie de campañas que
eliminaron a Palmira y restableció el control territorial en las provincias
orientales en el 272; asumió provisoriamente Statilio Ammiano como prefecto
(271-273).
A mediados del
292, el emperador Diocleciano inició la tratativa de instituir la Tetrarquía. En
Egipto, los funcionarios Aurelio Aquileo y Lucio Domicio Domiciano, aprovecharon
la inestabilidad romana, derrocaron al prefecto Rupilio Felix (292-293) y se
autoproclamaron emperadores. Diocleciano envió una expedición a destituir a los
usurpadores; fueron destronados y asesinados en Alejandría (298).
En el 313 los
emperadores Constantino y Licinio promulgaron el Edicto de Milán que estableció
la libertad de culto, lo que permitió la legalidad de la Iglesia de Egipto. En
326, en Alejandría se produjo el primer cisma cristiano entre la iglesia
católica apostólica romana representada por el obispo Atanasio y los arrianos
del sacerdote Arrio. A partir de ese momento comenzó la destrucción de los
templos de los antiguos dioses egipcios y helenos llamados templos paganos.
El 11 de mayo
del 330 se funda la ciudad de Nueva Roma (Constantinopla) como capital del
Imperio Romano. Constantino determinó que la nueva capital tendría un mejor
movimiento económico y de mayor control militar sobre la provincia más rica de
Roma: Egipto.
El 22 de mayo
del 337 fallecía Constantino, sus tres hijos se repartieron el imperio (9 de
septiembre). Su segundo hijo, Constancio II, recibió las provincias de: Asia
Menor, Cirenaica, Egipto, Siria y Tracia. La capital de su territorio fue la
ciudad de Constantinopla. Constancio II debió intervenir a los territorios de
sus hermanos por disputas territoriales, suprimió a los usurpadores del trono y
enfrentó a los persas sasánidas por el control de las provincias orientales. En
el 353 había unificado todo el imperio con capital en Constantinopla.
El 26 de febrero
del 364, asumió en circunstancias poco claras el emperador Valentiniano, el cual,
ante el contexto de una nueva guerra civil, nombró a su hermano coemperador (28
de marzo). Valente recibió los territorios de: Asia Menor, Egipto, Grecia,
Macedonia y Siria. En diciembre estableció su capital en Constantinopla. En la
administración de Valente hasta su muerte en la batalla de Adrianópolis (9 de
agosto de 378), los prefectos de Egipto fueron: Flavianus; Proclianus; Flavius
Eutolmius Tatianus; Olimpius Palladius; Aelius Palladius; y Publius.
El 21 de julio
de 365 se produjo el terremoto de Creta, el cual provocó un tsunami que devastó
las costas de las Provincias de África, Creta y Cirenaica, y Egipto. En aquella
catástrofe natural fallecieron alrededor de 5.000 personas en Alejandría.
En la
administración de Teodosio (379-395) los prefectos de Egipto fueron: Hadrianus;
Lulianus; Antoninus; Palladius; Hypatius; Optatus; Florentius; Paulinus; Eusebius;
Flavius Ulpius Erythrius; Alexander; Evagrius; Hypatius; y Potamius. En el 391
el Patriarca Teófilo de Alejandría, destruyó el templo pagano de Serapeum, en
el cual albergaba parte de la biblioteca de Alejandría. A la muerte de Teodosio
el imperio fue repartido entre sus hijos: Arcadio es el primer emperador romano
de oriente.
En la
administración de Arcadio (395-408) los prefectos de Egipto fueron: Remigius;
Archelaus; Paulacius; Pentadius; y Ethalius. En este periodo surge la rivalidad
entre Alejandría y Constantinopla en la búsqueda de ser reconocidas como sede
central de Oriente. El Patriarca Teófilo, aprovechó el enfrentamiento político
entre la emperatriz Elia Eudoxia y el arzobispo San Juan Crisóstomo. Excomulgó
a Crisóstomo por haber recibido a los cuatro hermanos largos (Ammóm, Dióscoro,
Eusebio y Eutomio) que predicaban los escritos de Orígenes de Alejandría.
En el gobierno
de Teodosio II (408-450), los prefectos de Egipto fueron: Orestes; Calisto;
Cleopater; y Charmosynus. El 17 de octubre del 412 asumió el Patriarca Cirilo,
sucediéndole a su tío (Teófilo). En 414, Cirilo, aprovechó su poder religioso,
expropió la mayoría de las sinagogas en Alejandría y las convirtió en iglesias.
El prefecto Orestes intentó frenar los agravios cometidos por Cirilo, pero
cerca de 500 monjes lo atacaron. Orestes tenía el respaldo político del
emperador y de Hipatia, que era patrocinada por un sector de la clase alta;
Hipatia fue asesinada años después por un monje extremista (415 o 146). En 422,
el prefecto Calisto fue asesinado por una turba de exaltados religiosos.
En la
administración de Marciano (450-457), los prefectos de Egipto fueron: Teodoro;
Florus; y Nicolaus. Entre octubre y noviembre del 451, se produjo el Concilio
de Calcedonia, en el cual la Sede de Constantinopla obtenía el derecho de
nombrar obispos, lo que llevó la oposición del Papa León y del Patriarca de
Alejandría (Dióscoro). El emperador reemplazó a Dióscoro por San Proterio, el
cual fue asesinado un Jueves Santo del 457; en la iglesia de San Quirino, por
los monofistas.
En el gobierno
de León (457-474), el prefecto de Egipto fue Flavio Alejandro y el patriarca
era Timoteo II. Este patriarca en vez de ser conciliador fue el causante de la
división entre coptos y ortodoxos por su intransigencia política, filosófica y
teológica.
El año 476 es
clave en la historiografía clásica universal por la caída del imperio romano de
occidente. Si tomamos la perspectiva occidental, las últimas autoridades
orientales que representaban al mundo antiguo romano serían: el emperador
Basilisco (475-476); el prefecto de Egipto Boecio (475-476); y el patriarca de
Alejandría Timoteo II (454-477).
El triunfo del cristianismo en el
espacio social y cultural en el Antiguo Egipto fue un proceso dinámico que
reemplazó paulatinamente a las tradiciones faraónicas y helenísticas. Los
templos fueron olvidados en el desierto o convertidos en iglesias locales, como
el templo de Isis en la isla de File, que por orden del emperador Justiniano se
convirtió en la iglesia de San Esteban. Para mediados del siglo V nadie podía
leer los jeroglíficos. El mundo antiguo había quedado como un pasado nostálgico
y el albor del medievo mediterráneo planteaba una nueva visión de la realidad
en lo económico, social, político, teológico y cultural.
Legado
Los historiadores consideran a
Imhotep (Siglo XXVII a.C.) como el primer científico en los campos de
arquitectura, astronomía, ingeniería, matemática y medicina.
Arquitectura: los diseños y los
mega proyectos de sus edificios fúnebres, palacios, fuertes, diques y canales.
Arte: representación frontal y
estilizada de las figuras humanas en los murales influyen en la ilustración
gráfica contemporánea.
Astronomía: El calendario solar
de 365 días, dividido en 12 meses de 30 días cada uno, más 5 días añadidos al
final del año.
Matemática: Se especializaron en
la aritmética y la geometría (papiro de Rhind, siglo XVI a.C.).
Medicina: el papiro de Lahun
(siglo XIX a.C.), es una reproducción de un tratado antiguo de la obstetricia; el
papiro de Edwin Smith (siglo XVII a.C.), describe la anatomía y tratamientos
quirúrgicos para heridas de guerra; el papiro de Ebers (siglo XVI a.C.), es un
rollo de más de 20 metros que describe temas en gastroenterología, ginecología,
oftalmología, psicología (esbozo de depresión clínica y demencia) y un tratado
del corazón.
Bibliografía:
Cross, Robin. 50 cosas que hay
que saber sobre Guerra. 1ª Ed. Editorial Ariel. Buenos Aires. Argentina. 2012.
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Kinder, Hermann; Hilgemann,
Werner; Hergt, Manfred. Atlas Histórico Mundial, de los orígenes a nuestros
días. 22ª Edición. Ediciones Akal S.A. Madrid. España. 2007. Págs. 23;25.
Kirschbaum, Ricardo. (Editor
General). Historia Universal. Tomo II. El Egipto Faraónico. 1° Ed. Artes
Gráficas Rioplatense S.A. Buenos Aires. Argentina. 2005. Págs. 20-33.
Maneton. Historia de Egipto.
Ediciones Akal S.A. 2022. Págs. 30-145.